La hipotermia es una afección en la que una persona pierde más calor del que puede producir y su temperatura corporal desciende por debajo de 35 °C.
Estos son los síntomas que permiten reconocer un descenso peligroso de la temperatura corporal.
Escalofríos intensos. Es la primera reacción saludable al frío. A medida que la temperatura desciende, los escalofríos pueden cesar, lo que constituye una señal de peligro.
Cambios en el habla. La lengua y los labios se vuelven perezosos y el habla se vuelve entrecortada.
Respiración y pulso más lentos.
Torpeza. Los dedos están mal doblados, la velocidad de reacción disminuye, la coordinación de los movimientos está alterada.
Debilidad creciente. Hasta somnolencia. Ganas de tumbarse (sentarse, tumbarse) y descansar.
Confusión de conciencia. Puede manifestarse, por ejemplo, de la siguiente manera: una persona no oye o no responde a las preguntas. O de repente empieza a contar cosas sobre el suceso, sin relación alguna con lo que está ocurriendo a su alrededor.
Pérdida del conocimiento.
Tanto si estás esperando una ambulancia como si has decidido que puedes prescindir de ella, las reglas de los primeros auxilios son las mismas.
Traslade a la persona herida (o trasládese usted mismo si cree que tiene hipotermia) a un lugar cálido. Por ejemplo, dentro de casa o en un coche caliente. Pero no se precipite, muévase despacio y con cuidado.
Si no es posible estar en un lugar cálido, protéjale del frío. Preferiblemente por todos los lados. Para aislar el cuerpo del suelo, pon ramas o ropa debajo. Cúbralo con algo cálido y que no sea a prueba de viento. Es especialmente importante aislar el cuello y la cabeza, dejando sólo la cara al descubierto.
Si la ropa se moja, quítatela con cuidado. Sustitúyala por otra seca o coja mantas calientes.
Empiece a restablecer la temperatura corporal normal. Esto puede hacerse con compresas secas calientes (almohadilla eléctrica, manta eléctrica, botella de agua caliente envuelta en un paño fino). Empieza aplicando compresas en el cuello, el pecho o la ingle, pero no en las extremidades.