Es necesaria una protección especial para las partes expuestas del cuerpo: cabeza, orejas y palmas de las manos. No olvides llevar un pasamontañas. Y si lo prefieres a un gorro clásico, entonces un excelente complemento será un deflector, que cubrirá las puntas de las orejas y la parte inferior de la cara, además de proteger el cuello. En las manos es mejor llevar guantes de tejido sintético: drenan bien el sudor y al mismo tiempo no se mojan.
Pero lo principal en este asunto es no excederse. No debes aislarte innecesariamente, ya que corres el riesgo de sufrir hipotermia: durante la parte principal del entrenamiento puedes sudar, y hacia el final, cuando la intensidad de la carga disminuye, existe el riesgo de congelación. Por este motivo, al principio debes seguir esta importante recomendación.